En Costa Rica, cuando una pareja decide casarse, no solo está uniendo sus vidas, sino que también está estableciendo un régimen legal que regula su relación patrimonial. Una de las herramientas jurídicas más importantes —y menos utilizadas— para organizar esta parte de la vida conyugal es la capitulación matrimonial.
¿Qué son las Capitulaciones Matrimoniales?
Las capitulaciones matrimoniales son un contrato celebrado en ocasión al matrimonio, mediante el cual acuerdan regular y organizar sus efectos patrimoniales.
Este contrato se formaliza mediante escritura pública ante Notario o Notaria Pública y debe inscribirse en el Registro Nacional para que tenga validez frente a terceros.
Desde una perspectiva doctrinal, se trata de un acto jurídico bilateral de naturaleza patrimonial, que refleja el principio de autonomía de la voluntad en el Derecho de Familia, y que ha sido reconocido en distintos ordenamientos jurídicos a lo largo del tiempo como una forma de equilibrar los intereses individuales dentro del proyecto conyugal.
¿Para qué sirven?
Principalmente, para definir de forma anticipada el régimen patrimonial del matrimonio que será aplicable, lo cual evita ambigüedades o conflictos posteriores. Una creencia muy arraigada en las personas, es que las capitulaciones funcionan solo para que “cada uno tenga lo suyo” o para separar el patrimonio desde un inicio, sin embargo esto es fundamentalmente incorrecto, ya que existen múltiples posibilidades para capitular.
Los regímenes patrimoniales dentro del matrimonio se han modificado a lo largo de la historia. Pasando de la figura del dote aportado por la mujer al matrimonio y que pasaba a ser propiedad del marido, hasta la actualidad, en la que privan principios como la igualdad y mutuo esfuerzo.
Entro los más comunes podemos encontrar los siguientes:
Este régimen tiene sus raíces más profundas en el Derecho Romano y es común escucharlos en algunos estados de México, donde se le puede llegar a conocer como sociedad conyugal.
Este régimen responde a una visión más individualista del matrimonio y es típico de sistemas jurídicos influenciados por el modelo germánico o escandinavo. En Noruega, por ejemplo, se aplica un sistema de separación con reglas específicas para el reparto post-matrimonial, salvo pacto expreso. En Francia, la séparation de biens es ampliamente utilizada, sobre todo en uniones con diferencias patrimoniales marcadas.
Este modelo responde al principio de autonomía de la voluntad, permitido en la mayoría de los sistemas civiles modernos. En países como Alemania o Italia, el diseño de regímenes mixtos ha sido reconocido por la doctrina como una manifestación del principio de libertad contractual en el Derecho de Familia, dentro de los límites establecidos por el interés familiar y el orden público.
¿Por qué deberías considerar hacerlas?
Aunque hablar de bienes y contratos antes de casarse puede parecer incómodo o poco romántico, las capitulaciones permiten transparencia y planificación, y son especialmente útiles cuando:
- Uno de los cónyuges posee un patrimonio significativamente mayor.
- Se desea proteger bienes familiares o empresariales.
- Hay hijos de relaciones anteriores que podrían tener derechos hereditarios.
- Se quiere evitar litigios patrimoniales en caso de divorcio.
- Se desea que la disposición de los bienes durante el matrimonio sea una decisión consensuada.
Sin embargo, es sumamente útil para todas las personas, ya que no traslada la discusión de la repartición de bienes para el momento de la ruptura de la relación, cuando las emociones puedan estar a flor de piel, sino que se da la discusión en un momento en el que se pueda planificar de forma más tranquila y bien pensada. En otras palabras: es una herramienta de prevención legal, no una declaración de desconfianza.
Aspectos técnicos importantes
El Código de Familia establece en su artículo 37 que las capitulaciones matrimoniales pueden otorgarse antes de la celebración del matrimonio o durante y comprenden los bienes presentes y futuros. Esto permite que pueda regularse esta situación, aún y cuando ya exista la relación de matrimonio.
Sin embargo, si lo que se pretende es modificarlas después del matrimonio, debe solicitarse autorización de una persona juzgadora cuando existan intereses de personas menores de edad. Y la modificación no perjudicará a terceros, sino después de que se haya publicado en el periódico oficial un extracto de la escritura y ésta quede inscrita en el Registro Nacional.
¿Cómo se hacen?
- Asesoría Legal: Acudir a un Notario o Notaria Pública especialista en Derecho de Familia para diseñar el contenido del acuerdo.
- Redacción de la Escritura: El notario autorizado redactará la escritura pública correspondiente.
- Inscripción: Una vez firmadas, se presenta al Registro Civil para su debida inscripción antes del matrimonio.
Conclusión
Las capitulaciones matrimoniales son una figura legal poderosa, pero subutilizada en Costa Rica. Lejos de ser un signo de desconfianza, son una muestra de responsabilidad, claridad y respeto mutuo. Desde una óptica jurídica, constituyen un mecanismo moderno de planificación patrimonial preventiva, con respaldo doctrinal y comparativo.
Pese a su utilidad, puede ser una decisión difícil que requiere de una asesoría por profesionales que cuenten con un profundo conocimiento en la materia, y no utilicen un régimen patrimonial solo porque sí, sino que se amolde a lo que en la realidad de la relación de pareja.
Si estás por casarte o estás casado y te interesa construir no solo una relación afectiva sólida, sino también un vínculo patrimonial claro y justo, en SV Abogados podemos ayudarte a diseñar el acuerdo más adecuado para vos y tu pareja.